El mercado inmobiliario en México continúa siendo estable, impulsado por tres factores principales:
A pesar de la inflación, la necesidad de vivienda no se detiene. Familias jóvenes, profesionales que trabajan de forma remota y personas que buscan mejorar su calidad de vida mantienen una demanda sólida, especialmente en zonas urbanas.
Las ciudades están creciendo hacia arriba. Los departamentos en torres con amenidades siguen siendo una tendencia fuerte, sobre todo en zonas metropolitanas donde el espacio es limitado.
Las preventas continúan siendo un método atractivo para invertir, pues permiten adquirir inmuebles a un precio menor y obtener plusvalía incluso antes de la entrega.

El crecimiento de ciertas ciudades está impulsando nuevas oportunidades de inversión:
Estas ciudades están viendo un crecimiento en empleo, seguridad y servicios, lo cual incrementa la plusvalía en inmuebles residenciales y comerciales.
Áreas cercanas a nuevos parques industriales, avances en movilidad, desarrollos urbanos y centros comerciales suelen ser las que más aumentan de valor.
La relocalización de empresas extranjeras (nearshoring) está generando una demanda creciente de vivienda para ejecutivos y trabajadores especializados.

Dependiendo del capital y del objetivo del inversionista, algunas opciones destacan por su rentabilidad:
Son ideales para renta tradicional o temporal, y mantienen una alta demanda.
Las propiedades dentro o cerca de nuevos desarrollos suelen incrementar su valor rápidamente.
Las zonas con crecimiento industrial o nuevos fraccionamientos son ideales para este tipo de inversión.
Siguen siendo una de las mejores inversiones a largo plazo, sobre todo en áreas emergentes con proyección de crecimiento.

Como toda inversión, existen riesgos que se deben considerar para no comprometer el patrimonio:
Algunas zonas muy populares pueden tener precios artificialmente altos que tardan en recuperar su valor real.
Desarrollos nuevos sin historial de entregas representan un riesgo. Es clave revisar referencias, permisos y tiempos de entrega.
Algunas ciudades comienzan a saturarse de propiedades tipo Airbnb, lo que puede disminuir la ocupación si no se elige bien la ubicación.
En zonas muy demandadas es común encontrar mucha oferta; esto puede afectar la rentabilidad si no se invierte en mejoras o diferenciación.
Para reducir riesgos y aumentar la rentabilidad, considera estos consejos:
Revisa cómo ha evolucionado el valor del metro cuadrado en los últimos años.
Revisa su historial, entregas anteriores, permisos y opiniones de otros compradores.
Impuestos, escrituración, mantenimiento y amueblado, en caso de renta temporal.
Puedes combinar preventas, departamentos, terrenos o incluso inmuebles comerciales.
Contar con una inmobiliaria experta te permite evitar errores comunes, identificar zonas con potencial y negociar mejores oportunidades.
Invertir en bienes raíces en 2025 sí conviene, siempre y cuando se tomen decisiones informadas. Las oportunidades están en zonas emergentes, desarrollos con respaldo y propiedades con potencial de renta o plusvalía.
Evaluar los riesgos y mantenerse actualizado con las tendencias del mercado te permitirá maximizar tu inversión y proteger tu patrimonio a largo plazo.
Si deseas analizar una propiedad, conocer opciones de inversión o recibir asesoría personalizada, tu inmobiliaria puede ayudarte a encontrar la mejor oportunidad según tu presupuesto y objetivos.
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